Los que no hemos fumado no nos hacemos a la idea de lo difícil que es dejar el tabaco, o al menos eso me dicen, pero los riesgos para nuestra salud son mucho mayores que los sacrificios que hay que hacer para dejar el tabaco. Y es que fumar no solo causa mal aliento y mancha los dientes, además aumenta el riesgo de padecer cáncer oral. Cuando hablo de cáncer oral no sólo me refiero a cáncer de boca, sino que también incluyo de garganta, glándulas salivales, lengua o labio. En las etapas iniciales los cánceres orales y de garganta puede tener síntomas similares a un dolor de muelas e incluso son indoloros.
Son muchos los casos de cáncer oral que se detectan en un estado muy avanzados. Por ello es importante realizar exámenes bucales con periodicidad ya que si es detectado pronto, se puede tratar un tasa muy alta de supervivencia. Por tanto una clave para la prevención de cáncer oral y la promoción de salud oral incluyen la visita al dentista al menos una vez al año y tener una rutina de cuidado completa oral. Los signos tempranos del cáncer oral son:
- Zonas blanquecinas, rojas u oscuros dentro de la boca,
- Dificultad en la masticación o deglución (es muy típico sentir que se tiene algo pegado a la garganta)
- Entumecimiento en la boca o de las mejillas
- Y cambios de voz.
Si tienes alguno de estos síntomas acude al medico o al dentista ellos te aconsejarán y podrán decirte si tiene importancia.
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