
La hepatitis provoca infecciones graves en el hígado y causa 1,4 millones de muertes cada año. En el mundo hay 500 millones de infectados, unos 900.000 en España.
La complejidad de la enfermedad de la hepatitis radica en la existencia de diferentes tipos de virus. Hepatitis A y E son las infecciones transmitidas por los alimentos y por el agua, que causan millones de casos de enfermedad aguda cada año, a veces con varios meses necesarios para que una persona recupere completamente.
Hepatitis B, C y D se transmiten por los fluidos corporales infectados como la sangre, por contacto sexual, de madre a hijo durante el parto, o equipos médicos contaminados. La hepatitis B y C tienen una mayor carga de salud en términos de muerte, ya que pueden causar una infección de por vida (llamada infección crónica), que puede conducir a la cirrosis hepática y el cáncer. De hecho, la hepatitis crónica es la causa principal de cirrosis hepática y cáncer.
A nivel mundial, las infecciones por hepatitis B y C causan el 57% de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los casos de primaria cáncer de hígado
La hepatitis viral se conoce como 'epidemia silenciosa' porque la mayoría de las personas no se dan cuenta de que están infectadas. El hecho de que muchas infecciones de hepatitis B y C ese produzcan en silencio, sin causar síntomas hasta que no hay daños graves en el hígado, apunta a la necesidad urgente de un acceso universal a la inmunización, la detección, el diagnóstico y la terapia antiviral
Es por todo esto que la OMS ha pedido a los gobiernos que tomen medidas para controlar los cinco virus que desarrolla la hepatitis.
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